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Las consecuencias de la
pandemia por covid 19 de la crisis económica ya se reflejan en el mercado
inmobiliario. La ralentización de
las ventas, si en otros años se superaban con creces las 530.000
transacciones en 2020 no habrían llegado ni al medio millón, y la caída del PIB
prometen una bajada de los precios.
Las previsiones
varían. BBVA Reseach prevé un descenso del -1,5%, mientras que Bankinter estima
una caída del 9% y Funcas, la Fundación de las Cajas de Ahorros, un 8% durante
el primer semestre del año. “La pandemia, al igual que otros momentos
convulsos trae oportunidades
interesantes y gracias a la liquidez existentes, tanto inversores
privados como institucionales están sabiendo aprovechar”, afirma Borja de la
Quintana, responsable de real estate de A&G Banca Privada.
Oportunidades
por sectores
El sector logístico, es
quizás el que mejor se ha comportado durante este pasado 2020 siguiendo la
tendencia que venía marcando desde hace tres años. De la Quintana ve una gran
oportunidad en activos de calidad, con inquilinos solventes y contratos a largo
plazo pero ubicados en ciudades secundarias. “Esto permite alcanzar rentabilidades sin
apalancar muy atractivas y con garantías muy similares a las que ofrecen estos
mismos activos en Madrid y Barcelona. A esto se une una gestión pasiva del
activo, generalmente con un único inquilino”, afirma el responsable.
El residencial es el
rey del ladrillo. “Es el activo que ofrece más liquidez y el inversor lo
entiende como un bien necesario que siempre tiene demanda, especialmente en
ubicaciones céntricas de las grandes capitales de provincia”, señala el experto
de A&G. Pero en su opinión, a pesar de su alta liquidez y de la demanda
imparable de la vivienda en alquiler, este segmento ofrece rentabilidades algo
más ajustadas teniendo en cuenta que requiere de una gestión más intensa y
costosa que merma sensiblemente la rentabilidad del producto. Eso, sin contar
los datos que manejan desde los portales inmobiliarios . Según
la información de estas plataformas las caídas de noviembre en el mercado del alquiler oscilaron entre el -5% y
el -13 en Madrid, y entre el -7% y el -12% en Barcelona.
El sector turismo es,
definitivamente, es el que más está sufriendo los efectos de la pandemia. Desde
el punto de vista de inversión, lo que esta situación permite, es acceder a
producto que nunca hubiera salido a mercado en otras circunstancias. La
operación ideal que proponen desde A&G es la compra de activos trofeo en
formato Sale & Leaseback, done el propietario histórico se ve obligado a desprenderse
del ladrillo para obtener liquidez y a cambio firma un contrato de
arrendamiento a largo plazo con condiciones muy interesantes. Según los datos
de la entidad este tipo de operaciones se están dando tanto en hoteles
vacacionales como en hoteles urbanos tipo boutique con un tamaño entre 30 y 70 habitaciones.
“También están surgiendo oportunidades muy interesantes de coinvertir en
activos de valor añadido de la mano de expertos que proponen liderar un
vehículo eficiente fiscalmente y con focos de inversión muy acertados”, añade.
Por razones obvias
(teletrabajo), las oficinas se encuentran en una situación de incertidumbre en
cuanto al formato de trabajo que quede después de la pandemia. “Nuestra opinión
es que las empresas seguirán
necesitando espacios de oficinas propios para mantener la
productividad. El ser humano necesita relacionarse para crear y generar riqueza
y la oficina es el lugar adecuado para ello”, señala de la Quintana. Desde
Aiga, ponen el foco de inversión de sus clientes en oficinas Madrid o Barcelona
en ubicaciones prime, con contratos de obligado cumplimiento a largo plazo e
inquilinos solvente
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