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No requiere el mismo
esfuerzo económico adquirir una vivienda en el centro de una ciudad como Madrid
o Barcelona, a hacerlo en otras urbes de España, como Cáceres, Murcia o
Valladolid.
Comprar casa con pocos
ahorros: los bancos que dan el 100% de la hipoteca. CANVA
Querer no es siempre poder.
Pero con paciencia, constancia y esfuerzo comprar una vivienda es posible. Para
muchas personas se trata de una de las inversiones más importantes de su vida y
por ello conviene meditar la decisión y siempre comparar. Los primeros ahorros que muchos jóvenes consiguen suelen
ir a este objetivo. Pero, ¿cuánto dinero es necesario para embarcarse en
un proyecto de tal envergadura?
En concreto, el único
impuesto que soportan los inmuebles de segunda mano es el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales (ITP),
cuya cuantía depende de la Comunidad
Autónoma donde se adquiera la vivienda. El porcentaje, que se
aplica sobre el precio escriturado, suele rondar entre el 6% y el 10%. Aunque a
cambio, resulta muy probable añadir a la inversión inicial una cuantía
adicional destinada a realizar reformas.
En el caso de la vivienda
nueva este importe no será necesario pero, por el contrario, soporta mayores
impuestos en el momento de la compra, como el Impuesto de Actos Jurídicos Documentados (IAJD) que,
dependiendo del tipo de inmueble y de su importe, puede quedar exento de pago o
abonar hasta un 0,75% del precio escriturado; y el IVA que puede ser del 4% del
10% o del 21% del precio en función del tipo de vivienda. En el caso de una
Vivienda de Protección Oficial (VPO) se aplica un 4%; en las de protección
pública o de libres un 10%; y un 21% si se habla de otras viviendas, con plazas
de garaje o para uso de locales comerciales.
En ambos casos, tanto para
segunda mano como para obra nueva, hay que añadir otros importes en el momento
de la compra, como el de tasación o el de notario. Todos estos gastos deben
añadirse al del 20% del coste de la vivienda ya que, por lo general, no nos los
financiará el banco. Las entidades, -aunque puede haber excepciones- financian
el 80% del valor de la compraventa o del valor de tasación, escogiendo siempre
entre la menor de las dos cantidades.
Dar
la entrada a una vivienda en Madrid con 15.000 euros de ahorro
Aunque en muchas ciudades y
entornos rurales 15.000 euros de ahorro bastarían para los gastos y el 20% del
coste de la vivienda, no es el caso de Madrid. Marta, el quiere como
muchos jóvenes, comprarse una casa. Para ello cuenta con 15.000 euros ahorrados
que va incrementando mes a mes con aportaciones de 500 euros, ya que sus
ingresos anuales de 38.000 euros brutos le permiten hacerlo, una cantidad que,
de momento, resulta insuficiente para su propósito.
Si siguiese con este nivel
de ahorro, a Marta todavía le faltarían muchos años por delante para obtener la
cantidad media suficiente para dar la entrada (unos 50.000 euros), y eso sin
contar la pérdida de valor que tendría su dinero debido a la inflación. Para
intentar acortar los tiempos, la consejera financiera de Lidercasa
International, Elena Pérez, propone un plazo de cinco años y medio, en el que
siempre se mantenga la parte de ahorro sistemático de 500 euros mensuales para
mantener el nivel de vida en el futuro, estimando una rentabilidad con una
inflación más 5%.
¿Y cómo se conseguiría?
Desde Abante aplican dos estrategias. La primera, a corto plazo, utilizando un
fondo de fondos moderado, que permite diversificar a nivel mundial. Dicho
objetivo se conseguirá con una cartera de fondos mixta agresiva en la que se
depositarán las aportaciones mensuales de 500 euros, con un objetivo de
rentabilidad del 6%. Esta estrategia se complementará con una cartera de fondos
moderada con una rentabilidad estimada media del 2,3%.
Todo ello se llevaría a
cabo a través de una cartera de fondos diversificada geográficamente,
sectorialmente y a nivel divisa, a la vez que se obtiene una mejor fiscalidad y
un mayor control sobre las fluctuaciones del dinero. Con todo, se estima que a
cinco años Marta podría llegar a pagar los más de 50.000 euros que necesita
para la entrada de la vivienda, con una cuota de unos 800 euros mensuales,
probablemente menor que la que ya paga por el alquiler.
Con todo ello, Marta podría
comprarse una casa en un plazo de entre cinco y siete años, estimando una
rentabilidad anual del 10% aproximadamente, con una estrategia que irá variando
en función de las circunstancias del mercado.
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